Solsona » El Barroco en Solsona

7foto1Uno de los rasgos identitarios más claros de la ciudad que han pervivido a lo largo de los siglos es su legado barroco, testimonio de una de las épocas más esplendorosas de su historia.

El barroco se respira en la arquitectura, como el Palacio Episcopal, obra de Francesc Pons, o el portal del Puente. Se puede ver y estudiar de cerca en algunas de las piezas del Museo Diocesano y Comarcal.

Francesc Ribalta

Pintor nacido en Solsona – en la casa situada en el actual nº. 18 de la calle Castell – el 2 de junio de 1565. Al cabo de pocos años la familia de Ribalta abandonó Solsona para ir a Barcelona. Más tarde se estableció en la Corte de Madrid y después lo reencontramos en Valencia, donde desarrolló gran parte de su obra. Murió el 13 de enero de 1628. Ribalta es una pieza clave para entender y valorar la pintura española del s. XVII. Fue precursor de las tendencias estéticas que más tarde triunfarían con la generación de pintores como Ribera, Velázquez, Zurbarán …

Diversas obras barrocas en Solsona

La decoración escultórica barroca del altar mayor de la catedral, obra del escultor Miquel Vidal, fue quemada el año 1810 por las tropas napoleónicas que invadieron Solsona. Al Museo Diocesano y Comarcal de Solsona se conservan seis escenas que ilustran momentos de la Pasión de Cristo.
La familia de escultores Morató llegarán a tener una gran importancia en la sociedad solsonense. Carles Morató i Brugaroles es considerado el escultor más importante de la familia Morató. Residió casi siempre en Solsona, donde abrió un taller de escultura que tuvo continuidad en su hijo Carles Morató i Viladot. Se estableció en la casa edificada el s. XVIII que se está remodelando en la calle Castell. Para acoger la nueva biblioteca. Es probablemente autor del retablo de la Mercè, de la catedral, encargado por el obispo Mezquía, y estrenado el año 1754, que todavía se conserva, mutilado y sin las esculturas e imágenes exentas, quemaduras durante la guerra civil de 1936. Se salvó una imagen de este retablo atribuida a Carles Morató correspondiente a la figura de un ángel conservada actualmente al Museo Diocesano y Comarcal. También será el obispo Mezquía a quien haga construir, el año 1768, el portalón barroco de la catedral. El año 1780, por iniciativa del obispo Lasala, se construyó el cancel en la puerta lateral, derribando la gran portada románica. El cancel, de arquitectura neoclásica, pero de espíritu barroco, muestra la composición escultórica de san Agustí en éxtasis. El retablo mayor del santuario del Miracle es el trabajo más conocido y espectacular de Carles Morató.

El barroco incorpora un nuevo concepto de urbanismo, abre al exterior el sistema cerrado y aislado de la ciudad medieval. A mitad del s. XVIII se inicia la utilización del espacio que ocupaban las murallas para construir casas que se abren por encima de las murallas. También se abre un paseo de circunvalación y el paseo del Campo.

Solsona va transformando sus casas, calles y plazas. Hace grandes aberturas en las fachadas de las casas, con balcones señoriales de forja y con fachadas estucadas o pintadas de vivos colores, como el policromado de los grandes retablos de la época.

La actividad comercial de Solsona se manifiesta con la abundancia de oficios. Se cuentan más de 100 diferentes a la época. Destacaban los “paraires”, que se dedicaban a preparar la lana, y los cuchilleros, una de las industrias más importantes a la ciudad. Hoy podemos ver una buena muestra de cuchillos y herramientas de corte en la Oficina comarcal de Turismo.